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Niños del h@mbre

  • el gil de siempre
  • Jun 15, 2013
  • 5 min read

1 Si le preguntan a Lemmy Kilmister sobre los Beatles y los Rolling Stones, el verrugoso cantante de Motorhead dirá que los fab four eran tipos duros también, que fue su manager quien suavizó su imagen para las masas consumistas, pero que eran cualquier cosa menos blanditos. Que los rolling eran los nenes de mamá suburbanos, estudiantes de escuelas de arte que fueron a Londres a morirse de hambre para ganar un poco de calle. Y los Beatles venían de Liverpool, lugar duro como cualquier otra ciudad portuaria del mundo, plagada de estibadores y marineros dispuestos a reventarte si sólo los mirabas mal, que Ringo era del Dingle, un lugar tan jodido como el Bronx y al que él mismo no entraba solo.

2 Actualmente Liverpool sigue siendo tan peligrosa como en los tiempos que Lemmy describe, solo que hoy en día además de marineros y estibadores está lleno de pandillas de adolescentes armados con metralletas y lanzagranadas. La mayoría de estos pequeños narcotraficantes ni siquiera cumplió los 15 años, pero aprendieron a protegerse de los mayores comprándole armas a los veteranos de la invasión a Irak. Ahora que se ganaron su respeto a fuerza de disparos (que incluyen el derribo de una puerta blindada con un granadazo) la policía local creó una fuerza anti-pandillas para lidiar con estos pequeños delincuentes.

3 Al presente, el Reino Unido tiene la mayor tasa de embarazo adolescente de toda Europa, ¿podría ser esto causante de la exacerbada violencia juvenil? En Freakonomics (2005), los autores plantean que el descenso del crimen en la década del 90 en EEUU –cuando parecía que sólo podía seguir subiendo en una escalada de terror interminable– se debió a que durante diez años a partir de 1973 el aborto fue legalizado y por lo tanto toda una generación de niños pobres provenientes de familias disfuncionales –potenciales delincuentes– no había nacido, ni tampoco las niñas que se convertirían a su vez en madres adolescentes, repitiendo la historia indefinidamente.

4 Los autores de Freakonomics no podían saber que la tasa de crímenes violentos en EEUU iba a seguir cayendo luego de publicado su libro, cuando los jóvenes en edad de iniciarse en la delicuencia habían nacido en los 90s y 2000s. No importa, sus ideas no son novedosas. Basta con mirar Zoylent Green para darse cuenta que el temor predominante en los 60 y 70s era la superpoblación y el consecuente alimento para sostenerla. En la película, las masas hambrientas se alimentan del nefasto zoylent verde, cuyo ingrediente principal es la carne procesada de los muertos. Y los temerosos tan equivocados no estaban: un estudio contemporáneo relaciona los estallidos sociales alrededor del mundo con los picos en las subas de precios de los alimentos. El gráfico en cuestión demuestra que la gente puede soportar la opresión de un gobierno dictatorial mientras tenga para comer, pero cuando ni eso hay, la situación se vuelve insostenible.

5 Tan temprano como 1971, Eduardo Galeano denunciaba en Las venas abiertas de América Latina la política del Imperio y sus magnates: matar a los próximos mendigos antes de que nazcan imponiendo la planificación familiar, repartiendo anticonceptivos y esterilizando masivamente a los campesinos latinoamericanos, justificando así la muy desigual distribución de la riqueza entre los países y entre las clases sociales, convenciendo a los pobres de que la pobreza es el resultado de los hijos que no se evitan y de paso evadir futuras rebeliones de niños hambrientos. Este neo malthusianismo puede degenerar en perversa eugenesia si tomamos en cuenta casos como el del Perú bajo Fujimori, donde 300.000 mujeres indígenas fueron esterilizadas contra su voluntad. Mientras en países católicos las mujeres luchan por su derecho a interrumpir sus embarazos, en la China socialista los embarazos son denunciados y los abortos forzados por el estado, tener más de un hijo es penado con impuestos impagables para los campesinos y obreros, por lo que se prefieren los varones. Las niñas directamente no nacen, si tienen suerte.

6 En la Roma Imperial, los proletarios eran los ciudadanos de los grupos sociales más bajos, que no tenían propiedades y cuya única utilidad para el Estado era generar prole. Ahora directamente se dice que los pobres, como nada pueden tener, tienen hijos. Se coje, y mucho. Por lo visto en los países ricos tienen tienen varios televisores, porque cada vez tienen menos descendencia. Los viejos se aferran a la vida y a sus pertenencias, la riqueza no se comparte. Los mocosos subdesarrollados inundan los países prósperos atestados de viejos, manchando con colores su homogeneidad racial. ¿Cómo van a dejar a sus pocas nietas en manos de esos salvajes? Tanto es así que Monsanto desarrolló una variedad de choclo anticonceptivo que no está dirigido precisamente a las poblaciones ricas. Mientras tanto, el ministro de finanzas japonés le pide a los viejos que mueran rápido porque son una carga para el estado. Un referente de la ultraderecha xenófoba francesa se suicida en las escaleras de Notre Dame para "despertar conciencias adormecidas". Se construyen muros en Arizona y en Palestina, se expulsa a los gitanos de Francia, a los sudacas de España, los chinos compran novias en Vietnam o se casan con cadáveres para no morir solteros.

7 Ya que hablamos de gitanos y de muros, hablemos de Eslovaquia, donde la violencia racial, los desalojos, las amenazas y otras formas de discriminación y prejuicio van en aumento. En los últimos dos años 11 municipios levantaron paredes para separar a los ghettos gitanos de sus vecinos blancos. “No nos gusta la forma en que este gobierno le quita recursos a la gente decente para mejorar la posición de parásitos” dice un referente de la extrema derecha eslovaca. Pero el problema no es solo de la derecha, sino también los prejuicios tan arraigados entre los eslovacos blancos. Dicen que los gitanos no entienden el concepto de higiene, que las mujeres tienen hijos desde los 13 años para obtener planes sociales. Los tildan de haraganes, pero difícilmente les darían trabajo. La tasa de desempleo alcanza el 70%, viven de la basura y de planes que la Unión Europea les da para que no se trasladen a sus países. Hasta 2004 todavía se llevaban a cabo esterilizaciones forzadas de mujeres gitanas en los hospitales eslovacos con la excusa de que tenían muchos hijos. Los echan de los asentamientos argumentando que no cumplen con las medidas sanitarias mínimas, les pagan el pasaje hasta otro municipio donde el alcalde les paga la vuelta, entonces se quedan viviendo en el bosque. No entran a la ciudad, no son bienvenidos, ser gitano es igual a ser un criminal.

8 Me quedo pensando en lo lejos que queda Eslovaquia, las diferencias entre su suciedad y la nuestra, pero mi alivio dura hasta que abro algo tan banal como Facebook y encuentro la pseudo placa roja de Crónica, compartida por varios de mis contactos:

“Querés tener relaciones sexuales? No te preocupes: el gobierno te regala preservativos en cualquier hospital. ¿Ya las tuviste? No importa: también te regala la píldora del día despúes. ¿Olvidaste tomarla? No importa: te pagarán $270 desde el 3º mes de embarazo. ¿Tu hijo nació? No importa: el gobierno te pagará $270 de asignación universal. ¿Estás desempleado? No importa: el gobierno te pagará por estarlo. ¿Eres vago? No importa: el gobierno te dará un plan social a cambio de tu voto. Pero si querés capacitarte, estudiar, sacrificarte, invertir, arriesgar, romperte el lomo y producir, no te iluciones (sic): el gobierno te quitará la mitad para financiar todo lo anterior. Copialo y pegalo en tu muro”.

Another brick in the wall. Y eso sin siquiera incursionar en el hostigamiento que viene sufriendo la comunidad Qom en Formosa, los mapuches en el sur; o la estigmatización de los inmigrantes bolivianos, peruanos, paraguayos... pero, ¿para qué? para muestra, basta solo un botón.

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