Como me gusta la noche...

Vacaciones en San Bernardo. Sol, playa, arena, mar... y noche. Mucha noche, de la cual los boliches son protagonistas casi absolutos. Y como brazo armado, más bien como grupo de choque de los susodichos, están ellos, el ejército de tarjeteros.

Tarjeteros apostados en la entrada de la plaza, lugar estratégico onda cuello de botella. La de las largas piernas es Luciana de Avellaneda, gana mil pesos por semana tarjeteando además de bailar en la tarima de un boliche y hacer striptease en otro.

De día en la playa y de noche en la plaza, cual enjambre de moscas interceptan a los potenciales clientes (yo por supuesto no entraba en esa categoría) con invitaciones cordiales y mucha buena onda prefabricada. Pueden ser graciosos, irritantes, pintorescos, irresistibles, depende de con quién hables. Para algunos son la rama olvidada de la evolución, otros simplemente los califican de escoria. Pero después de una semana de verlos en acción me empecé a preguntar qué habría detrás de toda esa tormenta de facha, de las hermosas chicas que arrían borregos ida y vuelta todas las noches hasta la puerta de su boliche, de los grupos de tarjeteros que entraban cantando en la plaza como si fueran barrabravas, de la indeterminación de muchas que sin saber a donde entrar dejan que esos mismos tarjeteros elijan por ellas, de las niñas que les roban besos a los muchachos que se sienten, al menos por un rato, como si tuvieran la creación en sus manos, y solo tienen panfletos que valen más que sus sueldos.

Así que, después de descubrir que era más barato beber en un boliche gracias a las promociones de las dos de la mañana que en el bar más rata del lugar (lleno de rolingas y gente que no se ríe) y también gracias a la asertividad del Ale Holl de La Combination, finalmente pude despejar dudas entrevistando a un muchacho bastante copado, de origen armenio y que cayó en el asunto luego de un desencanto amoroso.

¿Cómo se empieza a ser tarjetero?

Y por lo general, se empieza por conocidos, por alguna persona que tengas conocida en el ambiente, que ya labure. Y después va en el carisma de cada uno, si vos sos copado y tu conocido sabe como sos, te mete en el ambiente. Pero también está el tema de si el boliche necesita meter mucha gente y pagar poco a esas personas, te meten de esa manera.

O sea, si yo quiero ser tarjetero, ¿cómo tengo que hacer para empezar?

Tendrías que o hablar con algún encargado de tarjeteros, o tener conocidos, o que te busquen ellos porque necesitan meter mucha gente y buscan a cualquiera que se cruzan.

Estoy un poco excedido con la edad, ¿no? Porque buscan muchos muy pibes, tenés que ser bastante pibe para estar ahí...

No, en realidad no tenés que ser joven, pero el tema es que buscan jóvenes porque les pagan nada, capaz les dicen me tarjeteás hoy a la noche y les dan solo la entrada y un vip, y capaz una sola consumición, y los que son chicos de 15, 16, 17 años se prenden por una entrada y una consumición. Una persona arriba de los 20 años simplemente no te va a tarjetear por eso.

Digamos entonces que pagan poco y nada, ¿cúanto gana un tarjetero?

Depende del boliche. Hay boliches que están cobrando los tarjeteros 200 pesos, hay boliches 300, 400, 500...

¿Por día, por noche, o por qué?

Cobran por semana. Depende, para mí, del boliche: hay algunos que te pueden dar 200, 300 –la plata que sea– si sos muy importante, digamos, por lo general andan todos en la rama del turismo, si sos muy conocido te van a dar un sueldo más alto, pero no va a variar más de los 500, 700 pesos por semana. Por lo general, algunos boliches te dan alguna casa para dormir y otros boliches no. Y algunos boliches no te dan para comer, te lo tenés que bancar vos del bolsillo, y otros capaz te dan, como tengo entendido, 22 pesos por día para comer más los 300, 400 pesos. Que en realidad vos te ponés a pensar, y con 22 pesos te comprás... creo que dos panchos nada más.

Hay gente más grande que están controlándolos, viendo que hagan su trabajo, no? Claro, siempre están los dueños y abajo los encargados, y ellos por ejemplo, antes de salir a la playa, nos hablan y nos dicen cuáles van a ser las promociones para la noche, qué tenemos que decir y qué explicar, sino, si recién arranca la temporada, explicar todo nuevamente de que va el boliche, si ya estamos a mitad de temporada y ya todos conocen, solamente comentar las promociones, eso va en cada boliche. Algunos yo he visto que los han re cagado a pedos, adelante de la gente, o sea, mismo colegas de otros boliches ver como los encargados los cagan a pedos delante de otros boliches, y la verdad que a uno lo hace sentir mal, en el sentido de... loco, está todo bien que las personas sean un billete, un número, porque realmente a los encargados, a los dueños no les importa si son personas, les importa llevarse un billete. El tema es que vos no podés tratar a una persona mal porque a vos te vaya mal, si a vos te va mal es porque hay algún problema que tenés que cambiarlo y no cagar a pedos a los tarjeteros.

Encima de no pagarle un carajo, los basurean...

Hablando nuevamente de lo que era la comida, hay chicos también que no solo vienen por la plata, muchos vienen también por la ropa que dan, ya sea de distintas marcas, como Tiza Jeans, o Siamo Fuori, o Vertical, o las marcas que sean, muchos vienen porque les van a regalar ropa, otros vienen porque sabiendo que tienen una remera de un boliche van a tener chicas aseguradas, que la mayoría lo hace porque realmente la plata no sirve, solamente sirve para vivir, muy pocos se van de la costa con mucha plata encima, todos los demás a lo sumo se pueden llevar una luca de plata.

Se nota que mueven mucha guita. Lo ves en los panfletos de promoción...

Con el tema de los panfletos, la iluminación, djs, música, alcohol mismo, eso ya está todo calculado de antes que arranque la temporada, ellos ya saben cuál va a ser el gasto en volantes, música, personal, todo. El tema es que saben que hay personas que laburan sólo por cojerse a minas, ¿entendés? Te dicen “te doy una remera” y la gente labura porque sabe que va a tener minas mostrando una remera con el nombre de algún boliche y hay gente, chabones o minas, que realmente se prenden, y eso es lo peor de todo, que no valoran el trabajo, sino que valoran la joda. Está bien, es razonable, pero vienen con la ilusión de llevarse guita y saben que al final no se la van a llevar. Y es más, es tanto el afán de la remera, que se llevan chicas a la casa, que a veces les deben mucha plata porque el boliche anda mal o por equis motivo, y es como que siguen, no les importa.

¿Esto se arregla todo de palabra?

Es un contrato verbal, nada escrito. Yo dueño, te contrato. Te digo (bajá un poco el grabador), es un contrato verbal que puede caducar en cualquier momento, ya sea por decisión de los dueños, encargados o por decisión propia de cada tarjetero. Pero el tarjetero nunca va a decir que no, salvo uno que haya venido realmente por la plata.

O sea que no está para nada regularizado, pero les da un cierto status social dentro del mundillo donde se mueven...

No está regularizado, no está ni por contrato escrito, no hay un contrato laboral. Lo único que a los tarjeteros les da, como vos decís, un status social, en el cual son como muy conocidos: te conocen en la playa, conocen a todos, les dan abrazos a las chicas, a los chicos, “¿que hacés, cómo andás?” Porque son conocidos y siempre como que se sobrepasan sobre la gente porque se creen que ellos son importantes por pertenecer a un boliche, y la gente, y más los pendejos, creen que por ser tarjeteros son como más importantes y les tengo que dar más bola. Si son lindos ni hablemos, porque las chicas le van a dar mas bola al lindo, no importa si el boliche está bueno o feo, importa si es fachero o no. Mismo con las tarjeteras mujeres, si la mujer es 90-60-90 y está explotada (¿?) los chabones van a ir con esa mujer.

Ok, entonces, ¿los tarjeteros vienen por toda la temporada? ¿Cómo es eso?

Se supone que hay un contrato verbal de toda una temporada. Pero en toda la temporada hay vaivenes, subas y bajas, depende de cómo va el boliche van a subir o bajar la cantidad de públicas, depende de cómo labura cada uno, si uno vaguea en vez de trabajar lo van a fletar y van a buscar a otro tonto que labure por 50, 100 pesos, lo que sea. Siempre hay subas y bajas. En enero se han ido mucho tarjeteros, así como han llegado muchos por aún menos plata. Y en febrero ha habido muchos pases de tarjeteros, estaban en un boliche y se han ido a otro por un tema de la paga, porque no les convenía, por un tema de maltrato, mala alimentación, por un mal dormir, todo eso influye también en un tarjetero. Los dueños o los encargados se creen que el tarjetero es un tonto que labura simplemente por 10 mangos, pero el tarjetero tiene su forma de pensar... Claramente, son personas.

Y ahí cortamos porque el personal del lugar no dejaba de mirarnos, nuestro amigo nos dijo que cualquier cosa dijésemos que las preguntas iban por el profesorado de educación física que estaba cursando, y se fue, y no lo volvimos a ver. Un tipo de la cabina del dj no nos sacó los ojos de encima hasta que también nos tocó irnos. Y al tarjetero amigo ya no lo cruzamos más en los dos días que nos quedaban en el partido de la costa. Eso sí, volvimos al antro de rolingas y gente que no se ríe.

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