Los Colmillos!... se despegan de los rótulos
- Gonzalo Rats
- Dec 7, 2008
- 5 min read
Dos criaturas, Nacho ( ex Fulminantes) y Vanesa (ex Las Curvettes), unen sus oscuras almas en un extraño dúo que sale de debajo de los rieles gastados del Ferrocarril Roca. Machacantes como un viejo tren te llevan en su sucio viaje ruidoso a través de caminos sin fin, animales extraños y bebedores anónimos. Pasando paisajes desoladores van clavándote los colmillos con un contagioso ritmo filoso y rabioso (descripción aparecida en myspace.com/loscolmillos).

Aunque son de Burzaco por herencia y por adopción, Los Colmillos hicieron su debut en tierras uruguayas, como quien va al prostíbulo de Punta del Este por su primera vez.
Y desde esa vuelta se enamoraron de las calles de Montevideo y su pequeña pero activa movida, con bandas como Motosierra o Los Culpables, quienes cada tanto cruzan el charco y como devolviendo la onda, también tocan en Burzaco.
Hicieron lo más difícil primero, tocar afuera antes que acá...
N: Es que no estábamos buscando fecha en sí, recién empezábamos y se dio que Leíto (Motosierra/Culpables) preparó una fecha allá invitando una banda chilena, que se cayó después y le quedaron los pasajes para invitar. Y los Culpa son bastante amigos, así que le lavaron la cabeza a Leíto, que no nos había escuchado todavía. Además venían los peruanos Manganzoides y Pirulo (de Rastrillo Records) quería que toquemos con ellos, así que cuando volvimos nos metieron en las dos fechas, una en el salón Pueyrredón y la otra en el Tío Bizarro.
Con casi dos años de vida, el dúo formado por Vanessa y Nacho Martínez ya pasó no solo por los escenarios porteños y suburbanos, también por Córdoba y hasta el festival de Cine Independiente de Mar del Plata, donde tocaron después de la película The Living End (Gregg Araki).
¿Qué tal les fue en Mar del Plata?
V: Bien, estuvo bueno. Fue rara la experiencia de tocar después de una película.
¿Y cómo fue que llegaron allá?
N: Una vez que tocamos en un teatro de capital...
V: Con los Palos Borrachos...
N: ...y nos vio un tipo que es el que organiza y nos pidió los contactos, para tener y después de bastante tiempo nos terminó invitando para esto.
¿Fue una experiencia positiva? O sea, ¿había mucho público al que no llegan habitualmente?
N: Sí, seguro, porque era gente de allá que no nos puede ver nunca.
V: Aparte por ahí es gente que va ver cine y aprovecha y ve una banda de rock. Por ahí es gente que no suele ir a recitales o a los reductos en los que tocamos nosotros, que son lugares chicos, va para ver una película y se topa con que termina la peli y hay una banda.
Nacho y Vanesa hablan uno sobre el otro, como pisándose, pero en realidad se complementan, llenan los espacios que el otro dejó y luego retoma la palabra, casi como si fueran una misma persona. Como las siamesas de la Ciudad de los Niños Perdidos, donde una fumaba y la otra soltaba el humo. La simbiosis parece perfecta y tal coordinación debe existir en una banda donde dos personas ejecutan todos los instrumentos.

La formación es bastante atípica digamos, están los dos con guitarra, batería, bajo y voz, ¿eso de donde viene? ¿Qué tipo de influencias se reconocen?
V: Eso viene de casualidad, o sea, cuando empezamos a tocar no teníamos en claro como iba a ser, la verdad lo solucionamos un poco de esa manera.
N: Salió con las cosas que teníamos: la guitarra, el bajo y un bombo. Yo no había devuelto la batería entera, entonces me había quedado un bombo y bueno…
Y el encuentro entre los dos Colmillos, ¿Cómo se dio? ¿Cómo fue que decidieron empezar?
N: Es medio difícil responder eso, siempre nos preguntan y tardamos en responder, jajaja. Bueno, ella se mudó a Burzaco y se terminó relacionando con mi hermano y la novia y…
V: Y me presentaron al hermanito jajaja.
No tienen miedo que los comparen quizás con las bandas de ahora tipo los White Stripes…
V: Las comparaciones son inevitables. Pasa que solo se conocen ahora los White Stripes pero hubo un montón de dúos y hay un montón de dúos, solamente hay que sumergirse un poco y tenés a los Vaselines... Siempre hubo dúos.Igual también está la cuestión del estilo.
N: Es como que no, no molesta mucho en realidad porque… no es a lo que apuntamos, nuestra influencia no es White Stripes, entonces…
V: Si bien nos gusta la música de Detroit, mucho, porque escuchamos MC5, Alice Cooper, como que seguimos un montón de bandas de Detroit, es una buena ciudad.
¿Cómo definirían el estilo de la banda?
V: Un poco de todo, rock, blues, un poco de soul todo como matizado con un sonido trash y mucho fuzz.
N: Fuzz es un efecto de guitarra que se usaba mucho en los 60.
V: Yo escucho mucho soul, muchas cantantes negras.

El no pertenecer a un sello los convierte en indies y con tantas referencias a los 60 no me cuesta relacionarlos con la escena que se viene gestando hace más de cinco años alrededor del festival BA Stomp! Sin embargo ellos se desmarcan de las acusaciones y aplastan mis planteos sobre la escena local y sus avatares.
V: Después de cromañón cambió bastante todo. Se volvió como más lugares grandes donde es muy difícil tocar y como por suerte somos de provincia podemos buscarnos lugares que “no nos cobran”. Ya uno está medio cansado de tener que pagar para tocar. Les llenás el bar, la gente consume y encima uno tiene que pagar. Y más o menos tocamos mucho por provincia y cada tanto nos invitan amigos que llevan público y que tienen poder parar poder agarrar un lugar grande y tocamos ahí…
N: Al mismo tiempo me parece que la movida que hay acá es bastante cerrada y entonces, nos gusta mas capaz compartir con bandas que no están incluidas o se mantienen al margen de eso.
Con “la movida” ¿a que te referis? ¿Al indie, a todo esto que sucede ahora?
V: A lo popular.
N: Al rockabilly, al garage, a todo lo que salió ahora. Bueno, nos gusta compartir con bandas como The Tandooris...
O sea que ¿no tocarían en el BA stomp por ahí?
N: No, no sé, hablo más de compartir la escena, de armar unas pilchas y generar esa cosa de “la movida”. Tocar en el Stomp! capaz que es algo que nos ayuda porque nos va a ver más gente. Nosotros no queremos fomentar eso de “la movida” y una cosa cerrada porque nosotros tampoco somos de un estilo determinado.
Tienen muchos puntos en común con eso que decís de “la movida” como es el retro o un poco el sonido vintage…
V: Nosotros tenemos una formación rarísima, atípica que por ahí lo podes relacionar con lo retro, pero no me parece que vivamos en el pasado ni que imitemos un sonido del pasado.
N: Tampoco escuchamos bandas que son todas viejas, a mí me gustan muchas bandas de ahora que ni siquiera son de garage, o me gustan bandas viejas como Riff. Ahora no estoy escuchando nada que sea de garage.
V: No nos cerramos a ningún estilo. como no queremos pertenecer ni queremos que nos identifiquen con una escena porque...
N: ...nos gusta tomar cosas de bandas que no son de nuestro estilo y transformarlo. Ahora estábamos pensando en grabar un EP para subir a Internet que sean todos covers pero de bandas que no tengan ninguna relación con lo que hacemos, como Devo, Love & Rockets, bandas que son de los 80 y no tienen nada de garage, nada que ver.
Mientras siguen completando las oraciones que su compañero no termina, como si un solo cerebro comandara a la bestia, cuentan que en noviembre pasado viajaron nuevamente a tierras orientales para grabar el que sería su primer disco, del cual todavía falta la mezcla final y, por supuesto, un sello interesado en editarlo. Todavía no hay ofertas, dicen, y siguiendo con el espíritu sixtie, les gustaría que salga en vinilo y lamentablemente eso acá no es posible. Por ahora.
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